


Sin duda, tu boda será un día que tú y tu futuro esposo nunca olvidarán. Después de todo, se trata de una fiesta organizada por y para ustedes, hecha a su gusto y en la que celebran lo mejor que les ha pasado: estar juntos. Pero, ¿cómo lograr que tus invitados también sigan hablando del gran día meses después? Piensa en los siguientes factores durante el proceso de planeación, y diseña una experiencia inolvidable para las personas que más quieres.
Aunque existe mucha presión por tener todos los elementos que los otros enlaces poseen, pregúntate honestamente cuáles te gustan y cuáles no. Así no solamente tendrás una ceremonia y un festejo a tu medida, sino que seguramente los asistentes agradecerán que no repitas las partes que menos se disfrutan.
Si deseas agregar un toque muy tuyo, recuerda que no debes ser creativa en formas llamativas –aunque, si quieres, puedes hacerlo. Son los detalles y pequeños momentos los que harán la gran diferencia, como leer sus propios votos durante la misa o dar un “kit de cruda” si es una boda de destino.
Para este punto ya has asistido a decenas de bodas, y lo seguirás realizando en los meses que faltan para la tuya. Aprovecha para observar e intenta “traducir” lo que encontraste a experiencias que tú y tu novio encuentren especiales.
Si la comida viene de inmediato a tu memoria, piensa exactamente qué fue lo que te agradó de ella e incorpora algo similar en tu evento. Si bailaron toda la noche y la pista estuvo llena, considera pedir la playlist o el nombre del DJ a los nuevos esposos, o recordar qué tipo de música hubo a lo largo de la fiesta.
Haciendo este ejercicio te darás cuenta de las cosas a las que deberás darles más y menos importancia: los centros de mesa, qué tipo de vajilla usar, la cantidad de dulces en la mesa de postres o cualquier otra particularidad que anteriormente nunca hayas notado. De esta manera, sabrás priorizar cada elemento dentro de tu presupuesto.
Los aspectos estéticos de la boda pueden tener un gran impacto visual, pero lo que definitivamente nadie olvida es lo bien que se la pasó. Entonces, da preferencia a la evolución de la música y la calidad de la comida, además de tener disponible todo lo que tus invitados puedan necesitar: transporte de la ceremonia a la recepción, una pequeña guardería para los pajes, y abanicos en caso de que el enlace sea en exterior. Si los haces sentir cómodos y despreocupados, te lo agradecerán.
Encuentra el factor sorpresa de tu boda para que se vuelva inolvidable. Te recomendamos que el lugar de tu recepción cuente con espacios increíbles en los que se puedan realizar hermosas fotografías –de esos que hacen que los invitados hagan fila con tal de que sus seguidores en Instagram se enteren de que estuvieron ahí– o crearlos tú misma con flores o una iluminación perfecta.
Asimismo, evócate a encontrar un banquetero que te brinde opciones deliciosas para la hora de la comida o cena. Si quieres que el recuerdo perdure, entonces deleita el paladar de tus invitados u ofrece algo diferente, como un bufé de pizzas o un sitio con food trucks.
La elegancia de un evento no debe estar peleada con la diversión. Para esto existen muchísimas opciones con las que puedes dar un giro inesperado. Por ejemplo, a partir de cierta hora los invitados podría pasar al escenario a cantar, como si de un karaoke se tratara, o brindar helados o elotes en un carrito. Si necesitas ideas, pregunta a tu círculo de amigos para tener una lluvia de ideas y que crees un concepto totalmente nuevo. Incluso, sería especial incorporar algún chiste local o tradición de tu familia.
Aunque no te lo esperes, tu boda sera un día lleno de muchas emociones. Tener a todas las personas importantes de tu vida reunidas en un solo lugar para celebrar que eres feliz, es un momento muy especial. Entonces, es importante agradecerles.
La forma más sencilla es, sin duda, tomarte un instante para hablar durante la recepción –después del primer baile de esposos o antes de la cena–, pero también puedes preparar una pequeña nota y dejarla en el lugar de cada persona, o enviar una tarjeta cuando regreses de la luna de miel. Lo importante es no perder la oportunidad y hacerlos sentir que tu enlace no sería lo mismo si no estuvieran ahí.